sábado, 6 de febrero de 2010

¿Sabes que un papel puede…?



¿Sabes que un papel puede cortar como una navaja?

Simple papel en blanco,

una carta no escrita

me hace hoy sangrar.



(Ángel González)





Hablar de Ángel González es, sin duda, una de las cosas que me emociona. No lo conocí sino hasta hace unos años, por mi amiga R, que por casualidad me llevó a leer algo suyo (el poema de acá arriba). Desde esa vez, busqué todo sobre él, sus libros de poesía, sus ensayos, sus antologías, incluso los discos para los que colaboró durante los últimos años.

Para mí, Ángel se transformó casi en un "conocido". Leí todo lo que pude leer, disfruté y reflexioné en base a sus escritos. Y Ángel me acerca un poco al abuelo, a lo que quiero decirle a la distancia, y un poco a lo que él quiere decirme a mí. Ángel es mi conexión con dos personas que quiero mucho y que se quieren entre sí, y eso es algo de lo que nunca se enteró...

* Ángel González:
Nació en Oviedo, el 6 de septiembre de 1925. En 1950 entra a estudiar periodismo en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, y luego de algunos años se une a un grupo de escritores de su generación, haciéndose conocido por sus primeros escritos, entre los que se cuentan: Sin esperanza, con convencimiento (1961) y Grado elemental (1962).

Se hace del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985, y ya en 1996 pasó a formar parte de la Real Academia de la Lengua Española, ocupando el puesto de Julio caro Baroja. Ese mismo año, fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
En 2001 obtiene el Premio Julián Besteiro de las Artes y las Letras y en 2004 se convierte en el primer ganador del Premio de Poesía Ciudad de Granada-Federico García Lorca.

Finalmente, Ángel González falleció el 12 de enero de 2008, a los 82 años, por una insuficiencia respiratoria.




martes, 2 de febrero de 2010

Prefacio de Un Mundo Feliz, Aldous Huxley



Todos los moralistas coinciden en que el remordimiento es un sentimiento sumamente indeseable. Si has obrado mal, arrepiéntete, enmienda tus yerros en lo posible y esfuérzate por comportarte mejor la próxima vez. Pero en ningún caso debes llevar a cabo una morosa meditación sobre tus faltas. Revolcarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse.

El arte también tiene su moral, y muchas de las reglas de esta moral son las mismas que las de la ética corriente, o al menos análogas a ellas. El remordimiento, por ejemplo, es tan indeseable en relación con nuestra creación artística como en relación con las malas acciones. En el futuro, la maldad debe ser perseguida, reconocida, y en lo posible, evitada. Arrepentirse de los errores literarios cometidos hace veinte años, intentar enmendar una obra fallida para darle la perfección que no logró en su primera ejecución, perder los años de madurez en el intento de corregir los pecados artísticos cometidos y legados por esta persona ajena que fue uno mismo en la juventud, todo ellos, sin duda, es vano y fútil. (...)

Toute cette histoire

Toute cette histoire est bien ancrée dans ma mémoire et si quelqu'un vient s'en mêler je crois que je vais craquer. Je vous raconte une histoire sortie de ma tête pas hasard, sortie d'un livre rouge et noir, elle aime le rouge et le noir je voudrais bien la revoir et je peux pas te croire, elle m'a prêté sa guitare, elle était bordeauz et noire je voudrais bien la revoir.

Toute cette histoire est bien ancrée dans ma mémoire et si quelqu'un vient s'en mêler je crois que je vais craquer.